
La Dama del Lago es el nombre con el que se conoce a varios personajes de la leyenda del
rey Arturo, interrelacionados entre sí, que tienen probablemente un origen común. Este es probablemente
pagano, específicamente de la
mitología celta; no hay registros históricos sobre personajes similares.
En la
Edad Media, la Dama del Lago pasó a tener un lugar de relevancia en el
ciclo artúrico, lo que ayudó a su difusión en la
cultura occidental. Aparece en muchas de las obras sobre el
rey Arturo, y ha trascendido como un personaje relevante de las leyendas artúricas por su relación cercana con el mago
Merlín, y con la espada
Excalibur.
Según las diferentes versiones de las historias a su alrededor, el nombre real de la Dama del Lago era probablemente Niniana, Viviana, Nimue, Ninie, Viviane o variantes de estos nombres. También hay variaciones en las diferentes historias al respecto del carácter mágico o de
hada de la Dama del Lago, pues mientras que en algunas obras aparece como un ser mortal que aprende secretos de las artes de la
magia gracias a Merlín; en otras aparece como un personaje inherentemente mágico. Aunque la leyenda artúrica generalmente representa a la Dama del Lago como un personaje benévolo, a veces también es representada como un agente del mal, o un ser humano con virtudes y defectos comunes, como la paciencia y el rencor.
Las numerosas variantes de los nombres que le son asignados a la Dama del Lago, pueden separarse en dos grupos: aquellas voces que guardan una relación con la forma Niniana o Nimue, y aquellas que derivan o son similares a Viviane. Los eruditos han debatido por años acerca del origen de los nombres mencionados en cada obra, y se han generado estudios detallados de cada hipótesis.
Nimue y nombres similares
Se piensa que el nombre Nimue está relacionado con
Mneme, o
Mnemósine, madre de las
musas de las
mitologías griega y
romana. Otra probable raíz es el nombre céltico Niamh. A veces, se remonta al personaje a la mítica
Rhiannon galesa. Esta hipótesis se apoya en la etimología ofrecida en la Suite du Merlin. También se alega la existencia del río Ninian en la
Bretaña continental.
Viviane y nombres similares
Quienes dan preeminencia a la forma Viviane, arguyen que éste es probablemente un derivado de Vi-Vianna, y éste de Co-Vianna, una variante de Coventina, la diosa celta de las aguas. Es probable que este nombre a su vez, describa a Gwendoloena, la compañera de Merlín, cuyo nombre es pronunciado en
Latín de manera parecida a Coventina. También se ha especulado que Vivianna puede ser una forma derivada de
Diana. A veces, se ve en esta forma una adaptación francesa de la heroína legendaria irlandesa Béfinn o Bé-Binn, que significa "mujer blanca". El blanco se ha asociado frecuentemente con las compañeras de
Merlín.
Mitología
En la mitología celta, las deidades del agua eran muy populares y respetadas, ya que el elemento que ellas controlaban era la esencia misma de la vida. En esta mitología, las voluntades de estas deidades se manifestaban en el movimiento espontáneo y a veces impredecible de los manantiales, ríos y lagos. Era muy común que estas deidades recibieran ofrendas, generalmente de armas u objetos de valor.
La diosa del agua Coventina, con quien la Dama del Lago guarda muchas semejanzas, era venerada en todo el territorio
romano en Bretaña, la
Galia y el noroeste de
Iberia. Coventina tiene un adoratorio en Carrawburgh, cerca de la
muralla de Adriano, consistente en un templo cuadrangular con una piscina central. En la piscina se han encontrado ofrendas antiguas, como monedas, joyas y pequeñas figuras de bronce.
Apariciones en la literatura
La primera vez que se le identifica en una obra literaria es a finales del
siglo XII en el libro
Lancelot, el Caballero de la Carreta, de
Chrétien de Troyes. Aunque en esta obra no se le identifica por su nombre aún, el personaje es reconocible, pues aparece ejerciendo su papel de madrina o madre adoptiva del caballero de la mesa redonda Sir
Lanzarote del Lago.
Las múltiples versiones de la historia artúrica cuentan detalles diferentes sobre el personaje, a veces incompletos o contradictorios. En términos generales, la historia de la Dama del Lago puede resumirse como sigue:
Era nieta de
Diana la cazadora, hija del rey de
Northumberland o de Dionás. Según relata
La Vulgata, aprendió las artes mágicas del mago Merlín, quien estaba encantado con su belleza.
[6]Después de la muerte de
Ban de Benwick a manos del
rey Claudas, la Dama del Lago raptó al infante
Lanzarote y lo llevó a vivir con ella a su palacio bajo las aguas. Allí se encuentran los niños
Boores y
Lionel, primos de Lanzarote. La Dama del Lago crió a los tres niños como si fueran sus hijos. Lanzarote creció sin conocer su verdadera identidad, la cual le fue revelada por su madre adoptiva cuando cumplió 18 años.
En este momento, la Dama del Lago llevó a Lanzarote a
Camelot, para ser armado caballero, y es ella quien impone las armas a su hijo, contrariando a la tradición frente al rey Arturo. La Dama siguió las aventuras que emprendió Lanzarote, y contribuyó con su magia al éxito de varias de ellas. En la
obra de Troyes, la Dama del Lago entrega un anillo mágico a Lanzarote, el cual lo protegerá de cualquier encantamiento. Esta alusión al carácter mágico del personaje, toma forma cuando en el ciclo
Lanzarote-Grial se le menciona expresamente como
hada. En esta obra, se menciona por primera vez un amorío entre ella y el mago Merlín; y se llama al personaje por su nombre, también por primera vez.
La Dama del Lago es responsable de la desaparición de Merlín, al encerrarlo por toda la eternidad en una cueva, aprovechando la influencia que tiene sobre el mago enamorado. Según el Lanzarote en prosa, Merlín enseñó sus secretos mágicos a Niniane, por la promesa que ésta le hizo de que, en pago, ella le entregaría su amor. Sin embargo, Niniane aprovecha el conocimiento de estos secretos para encerrar a Merlín. El mago ya había visto su propio destino, pero no fue capaz de evitarlo, lo cual supone que Niniane poseía un poder extraordinariamente fuerte para manipular y encantar, aún a un gran hechicero.
La seducción de Merlín, pintura del
prerrafaelita Edward Burne-Jones, 1874.
En
La muerte de Arturo, de Sir
Thomas Malory, la Dama del Lago es quien hace entrega a Arturo de la legendaria espada
Excalibur. En la obra, la Dama del Lago llega a la corte de Arturo a ofrecer la espada como un regalo, y a la vez a exigir la cabeza de
Sir Balin, un antiguo enemigo de su familia. Sir Balin se da cuenta de la identidad de la Dama, y en seguida la decapita, deshonrando así a la corte de Arturo. La misma obra termina con el caballero de la mesa redonda
Sir Bedevere arrojando la espada Excalibur al agua, y una mano surge de la superficie y recibe la espada. Esta mano puede pertenecer a la Dama del Lago, lo que hace suponer que éste es un personaje diferente de aquel que fue decapitado por Sir Balin.
En algunas versiones, la Dama dio a Arturo a elegir entre una copa, una lanza un plato y una espada, como símbolo de la unión de
Camelot con Ávalon. Tras elegir Arturo a
Excalibur, fue creada una funda donde se guardaba la espada que tenía el poder de no dejar derramar ni una sola gota de sangre al portador de la espada.
Siglo XIX en adelante
En Los idilios del rey, de
Lord Tennyson, se hace énfasis en la espiritualidad del personaje; haciéndolo amoroso como una hermana y amable como un hada madrina, pero con una fortaleza superlativa. Simultáneamente, Tennyson lo despoja de sus características paganas, reconciliando a la Dama del Lago con la mitología cristiana.
En Time and the Witch Vivien, el poeta irlandés
W. B. Yeats relata la muerte de la Dama del Lago, tras perder en un juego de
ajedrez contra el Padre Tiempo.
Otras historias cuentan que la Dama del Lago era la máxima sacerdotisa de Ávalon, llamada también Viviane, hermana de Igraine (madre de Arturo), y hermana de Ninie, la amante de Merlín. Estos elementos fueron popularizados en el
siglo XX por
Marion Zimmer Bradley, contradiciendo a
Godofredo de Monmouth, quien afirmó que la lideresa de las damas de Ávalon era Morgana.
Apariciones fuera del mundo artúrico
La Dama del Lago ha prestado su nombre a numerosos personajes de obras que no necesariamente versan sobre el personaje artúrico, tanto en literatura como en cine y televisión. Un ejemplo notable es el poema de
1810 La Dama del Lago, de
Sir Walter Scott, que relata la rivalidad entre el rey
Jacobo V de Escocia y el clan Douglas. Algunas de estas obras explotan la asociación del nombre con el misterio y lo sobrenatural, como la película italiana La donna del lago, de 1965, o la estadounidense
Lady in the Water, de 2006.
Tomado de Wikipedia